viernes, 7 de octubre de 2011

Ciudad Decadente

La ciudad imaginaria se vuelve una ciudad en crisis. Poco a poco golpea a todos. No estamos en una crisis de la cual remontaremos, hemos venido aquí para quedarnos. Las promesas incumplidas del sistema con su quiebra moral. Reduce en educación y sanidad para reducir la deuda ("hay que apretarse el cinturon" dicen) pública, pero luego gastan miles de millones en recapitalizaciones de bancos y cajas de ahorro. Aquí se quiere el libre mercado cuando hay beneficios, y la intervención del Estado cuando hay pérdidas (es lo que se conoce como privatización de los beneficios y socialización de las pérdias). La cosa está así: yo hipotecado pierdo el trabajo, y el banco me embarga la casa, un bannco que sobrevive gracias a que el Estado le inyecta (lo recapitaliza) con miles de millones de euros que salen de mis impuestos y que afecta a mi calidad de vida, porque el Estado dira: no podemos deber tanto. Reduce en médicos, enfermeros, profesores... a los que echará la culpa criminalizándolos: son unos vagos, son unos privilegiados... Y esos políticos que hablan así ven la educación y la sanidad como un gasto, no como una inversión. Nos ven como clientes, no como ciudadanos, sólo nos consideran así cada cuatro años.
Que quiebre el sistema y que venga lo que tenga que venir, pero estoy harto de esta eterna agonia. Si vamos en senda descendente, atajemos el camino. Que quiebren los bancos y se dejen de rescatar un modelo socio económico que se ha evidenciado cuanto menos falaz.

lunes, 29 de agosto de 2011

Después de la tempestad la calma.

Eso dicen, pero los días pasan y la tempestad, una larga y agónica decadencia, no termina de pasar. Cosas de la crisis piensa uno para exculparse. No sé por dónde ir. Ni siquiera un paseo por las calles de rancio abolengo, vacias los domingos por la mañana. Una soledad rota por algún borrachuzo perdido o algún enzarpado que buscando no comer techo desesperado ansía un lugar abierto donde continuar la fiesta.

jueves, 25 de agosto de 2011

jueves, 26 de mayo de 2011

HISTORIAS DEL PASADO

La heroína hizo estragos en España. De ser una droga desconocida en 1.977, una curiosidad exótica, pasó a ser la principal preocupación de los españoles, junto al paro y el terrorismo, a mediados de los ochenta.
¿Qué pasó? Una epidemia que no comenzaría a remitir sino a finales de los noventa. La alta morbilidad de los yonquis: sobredosis, SIDA... y que no se incorporasen nuevos consumidores hizo que el fenómeno fuera a menos. Pasando a un segundo plano. Es una droga que se cebó sobre todo entre los nacidos entre 1.956 y 1.970. La generación posterior se vería afectada por otras drogas (drogas de diseño, cocaína, alcohol...). La heroína se caracterizó porque su cosumo estaba justificado en sí mismo, no era un consumo vinculado al ocio ni a otras actividades.
Con el paso del tiempo el consumo de drogas se vincularía al ocio, sobre todo al ocio nocturno...

martes, 28 de diciembre de 2010

FAMILIAS DECADENTES

Los Martín en su segunda generación son una familia venida a menos. Vivieron de las rentas del señor Martín, el hermano mayor que vino de Aragón buscando progresar económicamente. Dejó en el pueblo mujer e hija y trajo a Valencia una hermana, María y un hermano, Joaquín. Éste casaría, la hermana quedaría una solterona.
Ya mayor, hastiado y enfermo el señor Martín decidió suicidarse. Dejó un patrimonio importante (había comenzado en la alimentación, pero acabó en la construcción) a la hermana (esta es otra historia donde mi padre juega un papel fundamental aunque estos desagradecidos nunca lo valorarán, ya que de no ser por la intervición de progenitor la señora María se hubiera quedado sin nada y la hija del señor Martín hubiera heredado todo). La solterona y sobrinos vivieron de las rentas de las propiedades. Las gestionó Joaquín. La gestión de Joaquín se reducía a ir a cobrar los alquileres. No arriesgaron patrimonio ni reinvirtieron.
Joaquín tiene un hijo y una hija. La hija se llama Pilar, nombre característico por tierras aragonesas. Se dice que la madre de Pilar era una mujer encantadora, con personalidad... La hija es una de las pocas personas que conozco que ha sido incapaz de aprobar, repetídamente el selectivo. En sus tiempos mozos la familia Martín, la madre ya había muerto, se obsesionó en casar a la hija con alguien de provecho, con alguien de cierto nivel social. Al final encontraron un ayudante de topógrafo. La niña tampoco daba para más, y había que casarla. El tiempo pasaba. Despreciaron a Manolo, un chico de pueblo que era poco para los Martín.

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