martes, 28 de diciembre de 2010

FAMILIAS DECADENTES

Los Martín en su segunda generación son una familia venida a menos. Vivieron de las rentas del señor Martín, el hermano mayor que vino de Aragón buscando progresar económicamente. Dejó en el pueblo mujer e hija y trajo a Valencia una hermana, María y un hermano, Joaquín. Éste casaría, la hermana quedaría una solterona.
Ya mayor, hastiado y enfermo el señor Martín decidió suicidarse. Dejó un patrimonio importante (había comenzado en la alimentación, pero acabó en la construcción) a la hermana (esta es otra historia donde mi padre juega un papel fundamental aunque estos desagradecidos nunca lo valorarán, ya que de no ser por la intervición de progenitor la señora María se hubiera quedado sin nada y la hija del señor Martín hubiera heredado todo). La solterona y sobrinos vivieron de las rentas de las propiedades. Las gestionó Joaquín. La gestión de Joaquín se reducía a ir a cobrar los alquileres. No arriesgaron patrimonio ni reinvirtieron.
Joaquín tiene un hijo y una hija. La hija se llama Pilar, nombre característico por tierras aragonesas. Se dice que la madre de Pilar era una mujer encantadora, con personalidad... La hija es una de las pocas personas que conozco que ha sido incapaz de aprobar, repetídamente el selectivo. En sus tiempos mozos la familia Martín, la madre ya había muerto, se obsesionó en casar a la hija con alguien de provecho, con alguien de cierto nivel social. Al final encontraron un ayudante de topógrafo. La niña tampoco daba para más, y había que casarla. El tiempo pasaba. Despreciaron a Manolo, un chico de pueblo que era poco para los Martín.

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